«La educación cristiana apunta propia e inmediatamente a hacer de un hombre un cristiano verdadero y perfecto, haciéndolo cooperar con la gracia divina, moldeando y formando al mismo Cristo en aquellos que han renacido por el bautismo.» Papa Pío XI, Encíclica Divina Illíus Magistri, de la educación de los jóvenes.

¿Qué padres de familia no se quedan asombrados, por no decir asustados, de la grandeza y dificultad de la misión encomendada por Dios en el momento de su matrimonio, cuando llega el primer hijo en la familia? Graves preguntas se presentan: ¿Cómo educar la criatura? ¿Existen reglas generales, secretos infalibles? ¿Cómo adaptarse a las necesidades de cada edad? ¿Cómo fomentar el crecimiento corporal, intelectual y moral del hijo? ¿Cómo encarar la problemática etapa de la adolescencia? ¿Qué será de la elección del estado de vida? Sin hablar de la pregunta mayor, única importante, en definitiva, que resume todas las demás: ¿Cómo asegurar la salvación y la santificación de los hijos?

La presente obra quiere responder estos interrogantes, a la luz de los principios intangibles y de la experiencia incomparable de la Iglesia católica, apostólica y romana. Los Padres de familia encontrarán en ella principios claros que les permitan encausar la educación cristiana de sus hijos.

Queridos lectores, padres y madres de familia, personas dedicadas a la formación de la niñez y de la juventud: no encontrarán aquí una "receta" educacional. Educar no es cocinar. Cada alma, cada niño es distinto. Asimismo, la educación es, ante todo, obra de Dios en el alma. De este modo, el mejor educador será siempre el más dócil a las inspiraciones divinas, el más santo. Pero este libro les proporcionará un manual básico, un compendio de lo que se debe saber para ser instrumentos eficaces de la gracia de Dios.

Una obra imprescindible para todos los educadores.